Fig. 16
Fig. 15
Fig. 17
8.3 LIMPIEZA DEL HOGAR Y DEL CAJÓN DE LAS
CENIZAS
El cajón de cenizas que se encuentra debajo del fogón
se debe absolutamente vaciar cotidianamente para
evitar que se colme de ceniza, puesto que podría causar
sobrecalentamiento de la rejilla de hierro fundido del
fogón e inhibir el paso de aire al fogón.
Se recomienda de todas maneras vaciar diariamente
el cajón para favorecer una introducción regular de aire
comburente en el fogón.
Antes de efectuar dicha operación, es necesario
cerciorarse de que la chimenea se haya enfriado
completamente, y tener cuidado por la posible presencia
de brasas todavía encendidas en el cajón de las cenizas.
Atención: en las cenizas pueden encontrarse brazas
todavía calientes aún después de varias horas.
UNA VEZ AL AÑO O CADA 40 QUINTALES DE
LEÑA REALIZAR LA LIMPIEZA DEL HUMERO CON
PERSONAL CUALIFICADO.
8.4 LIMPIEZA INTERNA DEL FOGÓN
PRECAUCIONES DE SEGURIDAD
Antes de realizar cualquier operación de mantenimiento
adoptar las siguientes precauciones:
• Asegurarse que todas las partes de la chimenea
estén frías.
• Asegurarse que las cenizas estén
completamente apagadas.
• Utilizar los dispositivos de protección individual
previstos en la directiva 89/391/CEE.
• Operar siempre con equipos adecuados para el
mantenimiento
Asegurarse que la rejilla esté libre de eventuales residuos
de combustión que puedan obstruir el libre paso de aire.
Quitar la rejilla y realizar la limpieza del fogón usando un
escobillón (no en dotación). (Fig. 15)
Colocar los residuos de la combustión en el cajón de
cenizas prestando atención a los brazos ardientes
normalmente presentes en la ceniza.
Quitar el cajón de cenizas de la bancada y aspirar la
eventual ceniza depositada en los compartimientos
debajo (Fig. 16).
El uso de un aspirador de cenizas puede simplificar las
operaciones de limpieza final del compartimiento fogón
(Fig. 17).
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