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mos usar estas ceras con moderación
o confiar el encerado a un especialista.
− Limpie cuidadosamente sus esquís
nuevos, antes del primer uso, para
evitar que los productos empleados
en la fabricación o para la protección
durante el transporte y el almacena-
miento puedan dañar la piel o la capa
de adhesivo.
− No deje nunca sus esquís y sus pieles a
la intemperie a temperaturas heladas.
Estas condiciones afectan a la adhe-
rencia de las pieles. Si sus pieles han
estado expuestas a tales condiciones,
caliéntelas al calor del cuerpo antes de
volver a usarlas.
− Si debe dejar los esquís en el exterior
(refugio de montaña, cabaña), no pro-
ceda a pegar las pieles en el interior.
Debido a la diferencia de temperatura,
se condensará una capa de humedad
sobre la suela del esquí que dificulta-
rá la adhesión de las pieles. En estos
casos, es preferible pegar las pieles
afuera (a la temperatura de almacena-
miento en el interior) sobre los esquís
fríos o, si es posible, llevar adentro los
esquís durante 15 minutos antes de
adherirles las pieles, secándolos en
caso necesario.
− Antes de pegar la piel sobre la suela
del esquí, compruebe que esta esté
limpia, seca y sin nieve. Si es necesa-
rio, seque cuidadosamente los esquís
con un paño, un guante o la manga de
su polar. Evite el contacto de la super-
ficie adhesiva de la piel con nieve, lodo,
polvo, etc.
− Al final de su ascensión, no deje las
pieles adheridas a los esquís o colga-
das del esquí en posición vertical, en
presencia de temperaturas o de ra-
diación solar elevadas. Los rayos UV
y las altas temperaturas afectan a la
calidad del adhesivo.
− Durante la ascensión, preste atención
a sus pieles en los descensos cortos.
La nieve dura puede dañar los pelos,
en particular en los bordes de las pie-
les. La nieve en polvo puede ocultar la
presencia de guijarros o piedras que
pueden causar graves daños en la piel.
− A bajas temperaturas (inferiores a
los 2 °C bajo cero), le recomendamos
conservar las pieles cerca del cuerpo
(debajo de la chaqueta o el polar) para
recalentarlas. Esto también es reco-
mendable, cuando usted desciende
una cima para emprender una nueva
ascensión. Una piel con un adhesivo
conservado a una cierta temperatura
se podrá pegar más fácilmente al es-
quí. Para colocar de nuevo la piel, lim-
pie y seque cuidadosamente la suela
del esquí, saque la piel y péguela de in-
mediato sobre el esquí para evitar que
vuelva a enfriarse. Preste atención a
guardar debidamente las pieles antes
del descenso, para no perderlas en el
camino.
− Saque las pieles de la chaqueta y le-
vante el esquí para colocar en él la piel
solo inmediatamente antes de adherir-
la al esquí. La temperatura más alta
posible de la piel y del esquí ayudará a
que la piel se adhiera mejor. Deje el es-
quí en contacto con la nieve. Los esquís
tendrán la misma temperatura que la
nieve (siempre de alrededor de 0 °C),
la cual suele ser siempre más alta que
la temperatura del aire. En su chaque-
ta, las pieles alcanzarán una tempera-
tura de aprox. 5 °C, normalmente más
alta que la temperatura del aire. Ex-
traiga la piel de su chaqueta solo en el
momento en que va a desplegar la piel
para pegarla al esquí. Levante el esquí
sólo en el momento en que su piel ya
está lista para ser adherida.
− Las pieles autoadhesivas POMOCA tie-
nen un tratamiento Ever Dry que impi-
de la formación de terrones de nieve
debajo de los esquís. Si la piel ya está
dañada (por ej. pérdida de pelos) y las
condiciones son propicias para la for-
mación de terrones de nieve (nieve pol-
vo en la cima, pero húmeda o mojada
abajo), usted puede aumentar el poder
hidrófobo de la piel aplicando una cera
en sentido del pelo. Por ejemplo, una
cera hidrocarbonada de deslizamiento
para esquí alpino o skating apta para
temperaturas que varían entre 0 °C y
-4 °C (32°F à 25°F), o la cera líquida
POMOCA
− El desprendimiento repentino de una
piel puede provocar una caída. Por eso